Tradicionalmente la cena de Navidad y Año Nuevo incluye pavo y habitualmente nos sentimos un poco somnolientos después de estas comidas. Muchos culpan de este exceso de sueño al pavo.
El triptófano podría ser el responsable de este efecto. El triptófano es un componente que contiene el pavo y que ayuda a la creación de serotonina, una sustancia que relaja el cuerpo y estimula la somnolencia. Pero el triptófano también está presente en otros alimentos como el pollo y el cerdo y la cantidad que hay en una porción de pavo navideño no es capaz de producir un sueño considerable (ver enlace)
La confusión puede estar en que el pavo por lo general está presente en grandes comidas. Las cenas de Navidad y Año Nuevo suelen ser abundantes, por lo que la energía que debemos utilizar para digerir toda esta comida contribuye a que nos sintamos cansados.
El Dr. Ralph Downey en cambio asegura que esta falta de energía se debe al ambiente de las festividades en sí. Al estar comiendo con nuestras familias durante las vacaciones navideñas es muy probable que nos sintamos más relajados y predispuestos a dormir. (ver enlace)
Gabriela Gallo, una estudiante quiteña de 21 años, dice que su familia ha optado por eliminar el pavo de sus cenas festivas. “Después de algunos años ya nos aburrió comer el mismo pavo así que intentamos comer otras cosas. Este año comimos jamón glaseado para Navidad y lasaña para Año Nuevo”, dice Gabriela.
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