Andrea García está vestida con un calentador y una camiseta negra, en la cintura lleva un llamativo pañuelo anaranjado con pequeños mullos y monedas. De fondo suena una canción oriental muy movida. Está parada frente a un espejo que ocupa toda la pared en un local lleno de pañuelos, incienso, velas y lámparas orientales. Atrás de ella un grupo de mujeres sudorosas bailan.
Su clase de danza árabe de tercer nivel consta de ocho mujeres, entre ellas chicas adolescentes y mujeres mayores de 50 años. Ahora es común encontrar que ciertas personas escogen aprender diferentes tipos de baile por entretenimiento y por bienestar físico. Las clases de baile se disputan con los gimnasios por conseguir clientes que busquen ejercitarse
El baile puede ser considerado un ejercicio cardiovascular, promueve la circulación de la sangre.
Como cualquier otro ejercicio incluye varios beneficios: mejorar la agilidad, la coordinación de movimientos, la flexibilidad y el equilibro; elimina toxinas y tonifica la piel. Además es muy útil para liberar el estrés y es un antídoto para la timidez. (ver enlace)
Mitzi Jiménez, una de las alumnas de la clase dice que nunca le gustó hacer ejercicio, pero que le encanta bailar. “Eso de correr en la mañana o de pagar membrecía en un gimnasio no es para mí. Bailar es entretenido y hago el ejercicio que tengo que hacer”, dice convencida.
Su clase de danza árabe de tercer nivel consta de ocho mujeres, entre ellas chicas adolescentes y mujeres mayores de 50 años. Ahora es común encontrar que ciertas personas escogen aprender diferentes tipos de baile por entretenimiento y por bienestar físico. Las clases de baile se disputan con los gimnasios por conseguir clientes que busquen ejercitarse
El baile puede ser considerado un ejercicio cardiovascular, promueve la circulación de la sangre.
Como cualquier otro ejercicio incluye varios beneficios: mejorar la agilidad, la coordinación de movimientos, la flexibilidad y el equilibro; elimina toxinas y tonifica la piel. Además es muy útil para liberar el estrés y es un antídoto para la timidez. (ver enlace)
Mitzi Jiménez, una de las alumnas de la clase dice que nunca le gustó hacer ejercicio, pero que le encanta bailar. “Eso de correr en la mañana o de pagar membrecía en un gimnasio no es para mí. Bailar es entretenido y hago el ejercicio que tengo que hacer”, dice convencida.
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