Andrea tiene un piercing desde hace 3 años. Se lo hizo mientras estaba en el colegio porque era algo que sentía iba muy bien con su personalidad y apariencia. Ella escogió hacerse un piercing industrial, este tipo de piercing es una doble perforación en el hélix de la oreja.
La palabra piercing viene del inglés y quiere decir perforar. Esta moda de perforar cejas, labios, orejas, narices, lenguas y ombligos se ha vuelto muy popular para adolescentes y adultos jóvenes.
Para poder hacer del piercing una buena experiencia es necesario tomar precauciones muy sencillas. Debes asegurarte que te lo hagan en un local de ambiente esterilizado, que el proceso esté a cargo de un profesional que tenga experiencia, que de las indicaciones adecuadas y que sepa qué hacer en caso de complicaciones.
El material con el que está hecho el piercing es muy importante. La mayoría están hechos de acero quirúrgico o titanio. Una vez que esté hecho es vital seguir todas las normas de higiene y no retirarlo para lograr una cicatrización.
Todas estas indicaciones son importantes, porque si este procedimiento no es realizado correctamente se corre el riesgo de sufrir infecciones que pueden ser locales o volverse muy serias como hepatítis, sida o tétanos. También es posible desarrollar una alergia o cicatrices.
Por esto es fundamental que te conozcas. Si eres alérgico al niquel, podrías desarrollar dermatitis o si tienes una predisposición a formar cicatrices queloides, no es recomendable hacerlo.
Los piercings no se deben realizar con pistolas y es importante recordar que este no es un proceso que se hace en casa por algún amigo o conocido que asegura saber del tema.
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