Todos los martes, Nicolás asiste a una sesión de acupuntura. Él tiene 20 años y le recomendaron esta terapia como método para contrarrestar su asma. Hace seis meses que asiste a estas sesiones y dice que no solo le han ayudado con su asma, sino que además son muy relajantes y lo ayudan cuando pasa por episodios de estrés.
La acupuntura forma parte de la medicina tradicional china y se practica desde hace 3000 años, se hizo conocida en occidente durante los años 60 y desde entonces su popularidad solo ha ido en aumento. La acupuntura consiste en insertar agujas en puntos específicos del cuerpo para mejorar el flujo de energía en nuestro organismo. La medicina china explica que esto permite el equilibrio entre las fuerzas opuestas del yin y el yang, así una personas adquiere un balance entre mucha debilidad o mucha fuerza o un carácter muy pasivo o muy impetuoso.
La medicina moderna, en cambio, otorga validez a la acupuntura diciendo que estas agujas estimulan el sistema nervioso y permiten la liberación de sustancias como endorfinas y hormonas en actúan en beneficio del cuerpo. Este tipo de medicina alternativa se utiliza en el tratamiento de afecciones respiratorias, desórdenes de sueño, complicaciones menstruales, dolores musculares y problemas de circulación, además funciona como analgésico.
Esta práctica cuenta con reconocimiento de la comunidad científica. Ya en 1979 la Organización Mundial de la Salud recomendó su uso y en 1996 la misma OMS realizó un informe sobre indicaciones, información básica y seguridad a la hora de iniciar una terapia de acupuntura. El National Institute of Health de Estados Unidos también respaldó la validez científica de este método y recomendó su uso a doctores.
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