Los recién nacidos del área de neonatología del hospital Andrade Marín están acostados uno junto a otro en altas cunas hechas de plástico. Algunos lloran, mientras otros duermen apacibles.
El Dr. Gabriel Ordoñez, jefe del área de neonatología, dice que al nacer la mayoría de los bebés son sanos y pueden irse en poco tiempo. Explica que los que deben quedarse en el hospital son principalmente niños prematuros. Aproximadamente 14% de los bebés del hospital, nacen antes de las 37 semanas de gestación, un embarazo promedio dura hasta 40 semanas. Estos recién nacidos deben permanecer en incubadoras esterilizadas con una temperatura adecuada y monitoreo de su peso. Ordóñez dice que este número de niños prematuros es alto comparado con la cifra histórica que bordea el 11%.
Los niños pueden nacer prematuros por una cantidad de razones. Entre ellas están las enfermedades del hígado o del corazón que puedan padecer la madre o el bebé o también fuertes infecciones. Los problemas ginecológicos son otra causa e incluyen inflamación en el endometrio o desprendimiento de la placenta.
Estos bebés necesitaran ayuda para respirar y comer, generalmente iniciaran su alimentación por medio de una aguja intravenosa. Mientras más temprano nazca un bebé, la cantidad de cuidados será mayor
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